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Producción limpia y consumo, un binomio

Expertos destacan que producción y consumo sostenibles son dos caras de la misma moneda. No puede haber consumo responsable sin ofertas productivas sostenibles, y viceversa.

El sector productivo juega un rol clave en posibilitar opciones de consumo sustentable: por ejemplo, el economista José A. Guimaraes señala que las formas actuales de consumir y producir son defectuosas en múltiples dimensiones (social, económica, ambiental) y generan “innumerables desafíos de insostenibilidad” por las desigualdades y los patrones de consumo globalizado.

Por eso se insiste en “girar hacia patrones sostenibles de producción y consumo” que minimicen el uso de recursos, reduzcan contaminación y desperdicios, preserven la diversidad ambiental y mejoren la equidad social. 

En esta visión, la producción más limpia (eco-eficiente y baja en emisiones) provee los bienes y servicios necesarios sin comprometer el ambiente, mientras que el consumo responsable cierra el ciclo eligiendo esos bienes y usando solo lo necesario. Ambos enfoques se retroalimentan: un consumidor informado impulsa a las empresas a ser más sustentables, y las empresas sostenibles facilitan al consumidor llevar un estilo de vida acorde a sus valores.